El ránking de los principales países de la OECD está en plena transformación. La batalla por los primeros puestos de la lista de los principales países que apoyan la cooperación y el desarrollo sufre algunos cambios destacables, según el estudio realizado por el Instituto de Desarrollo de Ultramar.
Luxemburgo, por ejemplo, es el país del Comité de Asistencia para el Desarrollo (DAC) de la OCDE que actúa con más solidaridad en el contexto internacional. Mientras que España está en la posición 21 de 29 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
El índice evalúa a 29 naciones que conforman el Comité de Asistencia para el Desarrollo (DAC) de la OCDE en función de tres criterios:
La medida en que su cooperación se dirige a las necesidades reales de desarrollo;
El grado en que contribuye a abordar problemas que solo pueden resolverse mediante la cooperación internacional;
Cuánto de la cooperación está vinculada a los intereses comerciales o estratégicos del donante.
En el caso del primer criterio, la cooperación que se asigna a abordar las necesidades críticas de desarrollo y vulnerabilidades, el principal avance es de Irlanda del 9,67 puntos. Mientra que Eslovaquia ocupa el último lugar con 1,27 puntos.
Respecto al segundo criterio, la cooperación que se asigna a canales y actividades que facilitan y apoyan la cooperación internacional, sube al primer escalón del listado, Japón con 9,92 puntos. Entretanto, la caída más destacada es Grecia con menos de 1 punto.
Finalmente, para el tercer criterio, cooperación vinculada, el primer lugar es para Luxemburgo con 9,66 puntos. Es decir, que su cooperación realmente se implementa por principios de solidaridad y filantrópia. Mientra que Austria, con a penas 1,94 puntos, es el país que más vincula la cooperación con sus intereses comerciales o estratégicos.
En este sentido, este índice clasifica a los cooperantes bilaterales del Comité de Asistencia para el Desarrollo (CAD) por la manera en que utilizan su asistencia oficial para el desarrollo (AOD) para alcanzar su interés nacional a largo plazo en un mundo más seguro, sostenible y más próspero.
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