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La cooperación europea para América Latina: fondo de inversión y cooperación descentralizada



Europa prioriza fondos para préstamos a la inversión y de garantías para América Latina. Cooperación descentralizada: Valencia destina 21.6 y Asturias 2.6. millones.


¿Qué cooperación europea verá América Latina en el próximo lustro?


Antes de COVID, Latinoamérica no era prioridad en el presupuesto de la futura cooperación europea. Ahora, que se sabe de la fragilidad de sus estructuras, sigue sin serlo. ¿Por qué? ¿Qué tipo de partenariado se persigue?


Hasta antes de COVID-19, América Latina no estaba en las prioridades del presupuesto europeo para la cooperación y el desarrollo para los próximos años (2021-2027).



Entonces vino la pandemia, que ha sido "como una radiografía que ha mostrado las fortalezas y las vulnerabilidades de nuestras sociedades", como lo dijo la comisaria europea de Desarrollo, Juta Urpilainen.


Y la radiografía latinoamericana da prueba de problemas graves tanto en sistemas sociales y sanitarios como en sus economías y en el ramo digital. Es patente que necesita ayuda. No obstante, América Latina sigue sin ser prioridad para la cooperación europea.


Serán los países vecinos, los Balcanes y África, los principales destinatarios de los nuevos instrumentos financieros y de cooperación. Les seguirán "países en necesidad, los menos desarrollados, los más frágiles y los que estén en crisis". ¿Habrá cabida para los países latinoamericanos? "La medida en que trabajaremos con América Latina se irá viendo en la implementación", anunció la comisaria Urpilainen.


¿Inversiones para el desarrollo?


De lo más llamativo del presupuesto propuesto es que una parte de los recursos especiales liberados a raíz de la crisis (10,5 mil millones de euros) se destinará a un fondo de garantías para el desarrollo sostenible (EFSD+). Éste está concebido para garantizar las inversiones, tanto en el ámbito público como en el privado, en países socios. Para dar respuesta a los impactos de la COVID-19, este fondo de financiación mixta (público y privado) ha crecido de 60 a 130 mil millones de euros.

 "Queremos ayudar a nuestros socios a paliar los efectos de COVID. El modelo de desarrollo que perseguimos está claro: nuestra ambición sigue siendo promover el crecimiento verde, la digitalización y la buena gobernanza en un mundo más sustentable y con equidad de género", dijo Urpilainen. 


La propuesta en sí no es sorprendente. El llamado NDICI (Instrumento de Vecindad, Cooperación y Desarrollo Internacional) viene discutiéndose desde el 2018. Según analistas, el aumento de los fondos para inversión se entiende por los tiempos que corren. No obstante, la pregunta que se plantea es, ¿cuánto de ello se dedicará verdaderamente al "desarrollo"?  


"Es muy pronto para decirlo", dice a DW Mónica Silvana Gonzáles, eurodiputada  que integra la comisión de Desarrollo. "Pero llama la atención que en ningún momento se mencione a América Latina y que no se haga mención ni a temáticas ni a áreas de aplicación", agrega. 


Cabe recordar que en el período anterior (2014-2020), fueron pocos los países de América Latina en los que estuvo presente la cooperación europea. Por ser países con ingresos medios y altos, supuestamente, no requerían de asistencia internacional.


No obstante -siendo la región más desigual del mundo-, la cooperación europea fomentó relevantes programas regionales de cohesión social (Eurosocial), de lucha contra el cambio climático (Euroclima), de asistencia en materia de drogas (Copolad). También en programas de derechos humanos.


Del papel a la práctica


Como fuere, lo que hasta ahora habían sido ocho diferentes programas -entre ellos, uno para la paz, uno para la democracia y los derechos humanos, otro para la cooperación al desarrollo- se convertirá a partir de 2021 en uno solo: en busca de "flexibilidad" se predefine lo menos posible. ¿Por qué? Según la Comisión Europea, de esta manera se podrá responder a las necesidades cambiantes que plantean emergencias como la de la COVID-19 o  los flujos de migración.


Los riesgos que podrían conllevar la aplicación "flexible" de esos fondos serán mínimos, se asegura en la información oficial. Las decisiones estarán basadas en criterios estrictos y en concordancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Además, el Parlamento Europeo tendría mayor margen de control.


"Ése es el planteamiento, pero en la práctica no es así. Los proyectos aprobados no pasan por el control parlamentario. Además, para compensar la ausencia de Latinoamérica, habían asegurado que iban a ampliar áreas temáticas como derechos humanos y paz y la colaboración con organizaciones, y tampoco es así", cuestiona González, eurodiputada del bloque socialista, de origen argentino.  


¿Créditos para salir del paso?


Por último, el incremento de los fondos para préstamos a la inversión y de garantías para países en desarrollo es, según algunos analistas, una ventana de oportunidad que vale la pena abrir para una América Latina en aprietos. Pero González critica que no dejarían de ser avales y subsidios para las empresas europeas.


"Para los países latinoamericanos no son más que créditos. Y si tomamos como ejemplo a Argentina, sabemos que no pueden contraerlos. Necesitamos volver a la antigua ayuda oficial para el desarrollo. Este tipo de partenariado no nos sirve", afirma González. "Así planteado es una trampa, pero sabremos más cuando a esto se le ponga números en el Consejo", concluye.




Cooperación Descentralizada



Generalitat Valenciana


La Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática ha convocado las subvenciones para el ejercicio 2020 destinadas a ONGD para la financiación de proyectos y programas de Cooperación Internacional para el Desarrollo en países y poblaciones estructuralmente empobrecidos durante el año 2020.


Esta línea de ayudas está dotada con 21.658.970,72 euros, de los cuales 16,7 millones de euros se destinan a financiar gastos corrientes y 4,9 millones de euros a gastos de capital durante el ejercicio actual, detalla la administración autonómica.

El Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) ha publicado la convocatoria de estas ayudas que se declararon de interés general el pasado 15 de mayo. El procedimiento se había visto afectado por la declaración del estado de alarma como consecuencia de la crisis sanitaria de la covid-19, y ahora prosigue su trámite para minimizar el impacto sanitario, económico y social de la pandemia en los terceros países.


Estas ayudas se orientan a proyectos y programas en materia de cooperación internacional para el desarrollo en tres modalidades. La primera de ellas se centra en actuaciones integrales de carácter plurianual en materia de cooperación internacional al desarrollo a ejecutar en países y poblaciones estructuralmente empobrecidos.


Deberán estar alineadas con uno o varios objetivos estratégicos del Plan de Cooperación Valenciana vigente, con las políticas nacionales o regionales del país de destino en el ámbito sectorial propio en que se desarrolle la intervención y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), además de adaptarse a las prioridades geográficas del IV Plan Director de la Cooperación Valenciana 2017-2020.


Podrán desarrollarse en 2 o más países de los contemplados como prioritarios en el IV Plan Director, siempre y cuando pertenezcan a la misma área geográfica. Las solicitudes de subvención para un programa deberán obligatoriamente ser por un importe mínimo de 600.000 euros y máximo de 900.000 euros, y su período de ejecución abarcará de 25 a 36 meses como máximo.



Gobierno de Asturias


El Gobierno de Asturias destina 2,6 millones a proyectos de cooperación al desarrollo


El Gobierno de Asturias destina 2.650.000 euros a la convocatoria anual de subvenciones para la ejecución de proyectos de cooperación, solidaridad, promoción y consolidación de un desarrollo económico y social en países empobrecidos. Estos fondos impulsarán iniciativas que faciliten el acceso de la ciudadanía a servicios básicos y la disminución de desigualdades, con especial atención a mujeres y niñas.


La partida, aprobada esta semana por el Consejo de Gobierno, financiará la concesión de ayudas, en régimen de concurrencia competitiva, a través dos líneas.

La primera, proyectos de desarrollo, que respalda iniciativas de temporalidad anual, con objetivos y población muy definida, por un importe máximo de 120.000 euros. En total, a esta línea se dedican este año 2,5 millones.


La segunda línea de actuación son las microacciones de desarrollo, un instrumento dirigido a iniciativas de menor dimensión y que prevé una financiación máxima de 30.000 euros por proyecto. Para financiar esta línea se reservan 150.000 euros.


Además, se reserva un 10% para acciones dirigidas exclusivamente a organizaciones de mujeres, con el fin de favorecer su empoderamiento, mejorar los niveles de equidad de género y apoyar a los pueblos indígenas.

El plazo de presentación de solicitudes será de 15 días a contar desde el día siguiente a la publicación de la convocatoria en el Boletín Oficial del Principado (Bopa).


En 2019, el Principado apoyó 25 proyectos y 4 microacciones desarrolladas por 29 oenegés en 16 países de América Central, América del Sur, África y el Caribe, por un importe total de 2.610.004 euros.

Países prioritarios de la cooperación asturiana


El V Plan Director de Cooperación 2017-2021 establece como países prioritarios los siguientes: El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Haití, Bolivia, Paraguay, República Democrática del Congo, Benín, Malí, Etiopía, Senegal, Chad y Sierra Leona. También otorga prioridad a la población saharaui y palestina del Magreb y Oriente Medio. El documento también establece que las naciones de atención especial son Colombia, Perú, Ecuador, República Dominicana y Cuba.




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