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¿Cuál es el aporte de la sociedad civil a la Cooperación Sur-Sur?


Después de la Segunda Conferencia de Alto Nivel sobre la Cooperación Sur-Sur (PABA+40) que convocó la Asamblea General de la ONU, en Buenos Aires del 20 al 22 de marzo de 2019.


PABA+40 fue n hito en los esfuerzos para revitalizar la alianza global para el desarrollo sostenible. Se trata de aprovechar el momento para promover el rol de la Cooperación Sur-Sur (CSS) y Triangular, tal como lo conocemos tiene fecha de vencimiento. Nuevos paradigmas y desafíos están transformando la forma en la que hoy se desarrollan estas modalidades de cooperación. Entonces, ¿Será momento de reinventar el sistema?


Bajo esta premisa, se realizó el primer estudio “PUNTO DE INFLEXIÓN. Renovar la cooperación: Género, Innovación, Transparencia y Colaboración mutua” desarrollada por ActuemOS Juntos para conocer cómo las organizaciones de la sociedad civil (OSC) aprovechan la Cooperación Sur-Sur para la implementación de la Agenda 2030. La misma que contó con el apoyo de Oxfam México, REDLAD, Wingu de América Latina y la Liga Iberoamericana de OSC.


Principales hallazgos


Las OSC en Iberoamérica comprenden un universo muy diverso desde su tamaño, presupuesto y su capacidad profesional relativa. No obstante, una de las bondades de la Cooperación Sur-Sur es que brinda la posibilidad a las OSC de establecer relaciones horizontales con sus similares, eliminando barreras de ingreso en el ecosistema del desarrollo que se puede visualizar en las diversas variables que se detallan a continuación.


Desde Madrid hasta Buenos Aires, desde México hasta Río de Janeiro, las OSC se encuentran realizando alguna acción puntual de Cooperación Sur-Sur, desde la perspectiva del sur global, de la mano del uso de las nuevas tecnologías.


El tamaño no importa


El tamaño de las OSC no es determinante al momento de llevar a cabo una intervención de CSS. Según los datos, la mayoría de este tipo de organizaciones, casi el 40 %, posee un equipo de hasta 10 colaboradores; es decir son todavía organizaciones relativamente pequeñas. Por otro lado, con porcentajes muy similares, alrededor de 30 %, se encuentran OSC calificadas como medianas y grandes, entre 11 y 30 colaboradores, y más de 30 colaboradores, respectivamente.

Mujeres liderando la Cooperación Sur-Sur


Una de cada dos organizaciones de la sociedad civil es gestionada por mujeres; sólo en las OSC medianas los hombres poseen mayor presencia. Mientras que uno de cada 10 OSC responde que se identifica con otro tipo, como comunitario/colectivo, donde las OSC grandes se destacan en esta modalidad.


Este hallazgo sugiere que la equidad de género es entendida por las OSC de la región  como la responsabilidad de apoyar procesos para la transformación y la equidad en materia de derechos, tal y como lo estipula el Informe sobre La Cooperación Sur-Sur en América Latina y los Desafíos para la Agenda de Igualdad


Los Certificados pueden estimular la confianza entre los socios 


Una de cada tres OSC posee un certificado de gestión, que está concentrado en su mayoría, con un 41 %, en las OSC grandes, seguido con un 33% y 26% por organizaciones medianas y pequeñas, respectivamente.  El reconocimiento desde el exterior puede estimular la confianza entre los socios y facilitar el apoyo a las OSC para construir alianzas en pro de causas para el desarrollo sostenible entre Gobierno Nacional, Organismos Internacionales y Universidades, principalmente.

Construir y fortalecer equipos es la clave


Hay evidencia clara de que una de cada dos organizaciones destina más de cinco colaboradores a sus acciones puntuales de CSS; en su mayoría son OSC grandes. De ahí, partiendo de ésta primicia, las OSC pueden hacer una diferencia significativa al momento de la gestión y seguimiento de sus proyectos. Por lo que, uno de cada dos organizaciones que participaron en este primer estudio, han ganado premios o reconocimientos nacionales e internacionales de organismos como la UNESCO, evidenciando el desempeño de su gestión.  Este ha sido un factor clave. Cuando la confianza o reconocimiento social de las OSC está en juego, los premios son una de las señales más importantes de credibilidad y calidad.



Rompiendo paradigmas en la gestión de la Cooperación Sur-Sur


La Cooperación Sur-Sur permite generar una relación horizontal, de aquellas OSC del presente estudio que han registrado experiencia, resulta relevante que la mayoría, alrededor del 40 %, aunque generalmente son OSC grandes, han jugado el doble rol de oferente y receptor, en sus acciones o proyectos, lo que da cuenta de que la CSS es un mecanismo para compartir y enriquecerse mutuamente, más allá de un mecanismo unidireccional de cooperación. Mientras en porcentajes similares, 27%, las OSC afirman haber desempeñado solo uno de los dos roles, bien sea de receptor u oferente de CSS, las OSC pequeñas y grandes han fungido principalmente como receptoras (53%) y oferentes (46%), respectivamente.


Esta posibilidad permite generar una relación horizontal, de aquellas OSC del presente estudio que han registrado experiencia en CSS, resulta relevante que la mayoría, alrededor del 40 %, aunque generalmente son OSC grandes, han jugado el doble rol de oferente y receptor, en sus acciones o proyectos, lo que da cuenta de que la CSS es un mecanismo para compartir y enriquecerse mutuamente, más allá de un mecanismo unidireccional de cooperación. Mientras en porcentajes similares, 27%, las OSC afirman haber desempeñado solo uno de los dos roles, bien sea de receptor u oferente de CSS, las OSC pequeñas y grandes han fungido principalmente como receptoras (53%) y oferentes (46%), respectivamente.


Intervenciones para todos los gustos


La CSS posee distintas formas e instrumentos para materializarse. Al tratarse de una cooperación de carácter eminentemente técnico, centrada en el fortalecimiento de capacidades, cuenta con una gran versatilidad, lo cual implica que pueda traducirse en acciones puntuales o proyectos más estructurados, a través de intercambios de expertos, visitas y reuniones técnicas, talleres, webinars u otros mecanismos.



Se puede observar una semejanza entre las OSC, independientemente de su tamaño, todas implementan los distintos mecanismos para la gestión de su CSS, en especial comparten talleres, reuniones técnicas, visitas de campo y otros, en las cuales las OSC pequeñas y grandes, ambas en promedio de 40%, realizan un uso más intensivo frente al 23 % de las OSC medianas.


Por otro lado, los resultados permiten establecer que cada OSC según su tamaño posee un enfoque diferenciador respecto al instrumento de preferencia o de utilidad. Por ejemplo, las OSC grandes del presente estudio manifestaron, un favoritismo por los proyectos, pasantías, y, envío y/o intercambio de expertos. De idéntica manera, las OSC medianas poseen un especial interés por talleres y reuniones técnicas. En la misma línea, las OSC pequeñas utilizan “otros” mecanismos, los cuales hacen referencia al uso de nuevas tecnologías.


¿Quién financia las intervenciones de Cooperación Triangular?


Las OSC grandes son las que lideran el uso de la CTr; entre el 38 %, para sus proyectos o acciones puntuales de CSS. Seguidos por las OSC medianas y pequeñas, con 34 % y 28 %, respectivamente. Reflejando que este mecanismo es directamente proporcional al tamaño (capacidad relativa) de las OSC.


De la misma manera, la naturaleza de los fondos que permitieron a las OSC de este estudio triangular sus experiencias, refleja un rango variado por tipo de fuentes (ver gráfico 14). La principal fuente de financiamiento es de origen bilateral, con un 52%, proveniente de España, Estados Unidos, Países Bajos mientras que de América Latina destacan México y Colombia.


En segundo lugar, con un 26% se encuentra las fuentes provenientes por parte de Organizaciones No Gubernamentales Internacionales (INGO, por sus siglas en inglés) de España, Países Bajos, Estados Unidos y de América Latina, de ésta última resaltan Panamá y Chile. Por otro lado, están los Organismos multilaterales, entre un 15%, donde se destaca la Unión Europea. Y, por último, con un 4% cada una, están las fuentes provenientes del sector empresarial y universitario.


Acciones accesibles que pueden crear grandes cambios


Si bien la CSS permite desarrollar acciones o proyectos bajo principios como la horizontalidad y no condicionalidad, su gestión también requiere de recursos financieros, pues generalmente se ejecuta a través de intercambios, visitas técnicas, pasantías, envío de expertos, entre otras modalidades, que implican el financiamiento de los gastos de viajes y subsistencias de quienes realizan este intercambio.

La mayoría de las OSC, entre el 60%, que ha ejecutado acciones o proyectos de CSS, ha destinado menos de 10 mil dólares, lo cual evidencia que la cantidad de recursos que se requiere para intervenciones de este tipo distan mucho de la cantidad de recursos que se maneja en esquemas de cooperación Norte-Sur, por lo cual resulta más viable que las OSC obtengan y destinen un presupuesto para sus intervenciones de CSS. Sin embargo, un número importante de OSC también afirmó haber destinado un presupuesto de entre 10 y 50 mil dólares (18%) para proyectos y acciones de CSS, mientras un grupo menor reportó haber presupuestado más de 50 mil dólares para ello (18%).


La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la CSS de las OSC


La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que de ella derivan tienen una gran relevancia para la actividad de las organizaciones de la sociedad civil, pues expresan un consenso político, tanto en lo ambiental como en lo económico y social.

Desde las OSC de la región de Iberoamérica resulta interesante que tanto sus intervenciones de CSS como CTr registran el mismo comportamiento frente a los ODS. Por ejemplo, las acciones y proyectos de CSS contribuyen principalmente a los ODS relativos a alcanzar la igualdad de género (ODS 5), tema que en el caso de los gobiernos no siempre es priorizado en el marco de sus políticas públicas, así como tampoco lo es la construcción de alianzas multiactor y en  múltiples niveles (ODS 17), lo cual en el marco del accionar de las OSC es fundamental, pues al ser parte del sector no estatal, la generación y consolidación de estas alianzas es una base indispensable para insertarse en las dinámicas del desarrollo de sus países. Otro tema sobre el cual trabajan con mayor énfasis las OSC relacionado con el fortalecimiento del Estado de Derecho, acceso a la justicia, participación ciudadana y combate a la corrupción (ODS 16).

Construir confianza el reto entre gobierno y ciudadanía

Pese a que aproximadamente el 44 % de las OSC encuestadas confirmó que sus países tienen una política de CSS, el nivel de involucramiento o participación de las OSC en la construcción o implementación de dicha política es baja, alrededor del 21% desconoce si su país cuenta con una política de CSS, mientras que el 35 % considera que no hay política pública.


De la misma forma, la gran mayoría de las OSC, una de cada dos, cuando se les consultó sobre los mecanismos de control para la gestión de la CSS, manifestaron que desconocen el tema; mientras que una de cada cuatro OSC considera que no los hay, y solamente dos de cada diez OSC declaró que sí hay mecanismos de control.


La clave es que los gobiernos establezcan un punto de encuentro para reconectar a la sociedad con las instituciones de cooperación facilitando la construcción entre todos los socios de desarrollo. Es lo único que permitirá que surjan más ideas, innovación y que se enseñen nuevas formas de participación colectiva mediante el uso de nuevas tecnologías, y, romper el esquema de entenderse como “enemigos”.





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